Tres zonas de baño, un gran parque urbano de 230.000 metros cuadrados, humedales artificiales para depurar aguas y la urbanización del frente marítimo del barrio de Santa Lucía son algunas de las propuestas que recoge el Proyecto Final de Estudios ‘La Isla’, del nuevo arquitecto por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Alfonso Bernal Gallego.
El minucioso trabajo, que han dirigido Marcos Ros y Fernando García, parte del traslado de la terminal de contenedores de Santa Lucía y reclama que la ciudad se abra al mar. “En Escombreras hay espacio disponible y capacidad de carga mayor que el de la actual terminal y ya es hora de que los cartageneros, que han tenido restringido el acceso a la bahía en los últimos doscientos años, recuperen espacios públicos junto al litoral”, razona el alumno, que estudiado y georreferenciado la evolución del puerto de Cartagena desde 1799. “De los 18 kilómetros lineales de puerto, sólo hay uno de espacio público y está destinado básicamente al puerto deportivo”, argumenta.
En contraposición, su diseño amplía el paseo marítimo desde El Batel hasta el inicio del muelle de La Curra, permitiendo que sea posible transitar junto a las embarcaciones del puerto pesquero y en la actual terminal de contenedores, que acogería un gran arenal para tomar el sol y hasta tres zonas de baño, así extensos paseos ajardinados que contrarrestarían la escasez de espacios verdes en la ciudad.
En total, la actuación proyectada abarcaría 300.000 metros cuadrados y regeneraría ampliamente el barrio de Santa Lucía, con nuevas plazas públicas frente a la lonja y a la iglesia, que volvería, como originalmente, a tener acceso al mar a través de un paseo. También se recuperarían las ramblas del barrio y se urbanizarían las manzanas del frente marítimo ahora abandonadas.
“Para que el parque funcione, debe estar integrado en el barrio y eso pasa por dignificarlo mediante la conexión con los elementos naturales que lo definen, como el mar y las ramblas, pero también manteniendo la memoria de su actividad portuaria”, desgrana el hasta ahora estudiante de la Politécnica. Su proyecto mantendría como hito arquitectónico las grúas portacontenedores, recrea mediante caminos las líneas ferroviarias que conectaban con las distintas industrias y reproduce con plantas depuradoras la geometría de las montoneras de mineral que se acumulaban en el muelle Pedreño hasta mediados del siglo pasado.
“Santa Lucía, que está en el mejor lugar de la bahía, pasaría de estar arrinconado a ser quizás el mejor barrio de la ciudad. El riesgo de gentrificación existe, pero es algo en lo que no puedo intervenir como arquitecto”, reflexiona Bernal Gallego.
El alumno también ha diseñado un sistema de depuración de aguas mediante humedales artificiales de flujo sub-superficial que salpicarían el parque con jardines de carrizos y otras especies vegetales. “El agua no estaría a la vista, no olería ni atraería insectos”, puntualiza. El objetivo es “intentar volver a conectar con la naturaleza”, resume.
De la terminal de contenedores el proyecto también salva el tinglado, una enorme nave industrial que daría sombra a los caminos del parque que confluirían en un centro de ocio y restauración con vistas espectaculares a la bahía.
Alfonso Bernal ha sido becario del Laboratorio de Investigación Urbana, que dirigen Ros y García, analizando el planeamiento urbanístico del municipio de Murcia.
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