Lázaro Giménez | Cadena Ser

Emisiones de CO2 y gases contaminantes, consumo de energía y agua, trama urbana y vivienda… Son variables que las ciudades tienen que replantearse con el cambio climático y que hasta ahora habían quedado ajenas a sus planes urbanísticos. Municipios como Murcia, Lorca, Fuente Álamo o Mula están replanteándose la revisión de estos planes y las medidas de mitigación y adaptación al calentamiento global se están situando como fundamentales.

«Hace quince o veinte años, los planes generales de los municipios murcianos no tenían en cuenta estas cuestones ambientales. Pero ahora la preocupación de los equipos de gobierno pasan por incluirlas en sus revisiones», sostiene Marcos Ros, director del Laboratorio de Investigación Urbana de la Univesidad Politécnica de Cartagena, que está colaborando con algunos de estos ayuntamientos.

Emisiones de CO2 y gases contaminantes, consumo de energía y agua, trama urbana y vivienda… Son variables que las ciudades tienen que replantearse con el cambio climático y que hasta ahora habían quedado ajenas a sus planes urbanísticos. Municipios como Murcia, Lorca, Fuente Álamo o Mula están replanteándose la revisión de estos planes y las medidas de mitigación y adaptación al calentamiento global se están situando como fundamentales.

«Hace quince o veinte años, los planes generales de los municipios murcianos no tenían en cuenta estas cuestones ambientales. Pero ahora la preocupación de los equipos de gobierno pasan por incluirlas en sus revisiones», sostiene Marcos Ros, director del Laboratorio de Investigación Urbana de la Univesidad Politécnica de Cartagena, que está colaborando con algunos de estos ayuntamientos.

Al handicap de ser una de las zona muy vulnerable al calentamiento global, se suma la planificación urbana de las últimas décadas. En Murcia, los años del ‘boom’ urbanístico se han traducido en un modelo de ciudad importado de Estados Unidos, mucho menos sostenible que el habitual trazado mediterráneo: grandes avenidas, amplios carriles para el tráfico de vehículos, barrios dormitorio y zonas comerciales situadas a las afueras.

O lo que es lo mismo: más contaminación por tráfico, más calor y más riesgo de inundaciones por la «asfaltización». La transformación urbana que hace muy poco por la eficiencia de las ciudades se debe, según Ros, a que «gran parte de los planes generales en la Región se realizaron entre 2001 y 2008, cuando la preocupación ambiental era poca y la preocupación en aquella época era la de construir y generar beneficio lucrativo».

Vivimos en una Región donde se habla mucho del aeropuerto y el AVE, pero muy poco del transporte que vertebra la Región entre sus grandes ciudades

 

  • Ciudades y cambio climático
    «Venimos del siglo XX, que ha sido el siglo de los Estados, y vamos al siglo XXI, el siglo de las ciudades. Las ciudades tienen que reaccionar, porque serán las grandes competidoras entre sí».
  • Planes a revisión
    «Estamos haciendo una análisis con varios ayuntamientos para ver cómo es su situación urbana para que ellos después puedan revisar su plan».
  • Modelo de ciudad
    «En Europa tenemos un buen punto de partida: las ciudades europeas no requerían que el ciudadano realizara grandes desplazamientos todos los días, no como el modelo anglosajón, donde todo está disperso y fragmentado».
  • Movilidad
    «Hay que tomar decisiones en el diseño urbano: en cómo planificar las ciudades para reducir desplazamientos y reducir consumos».
  • Consumo de energía
    «Tenemos la energía solar, pero Murcia también nos permite disfrutar de energía eólica y, además, de la energía que se puede producir con los propios residuos que genera una ciudad».
  • Consumo de agua
    «Hay que avanzar para que a los edificios se les obligue a disponer de sistemas de reutilización de agua».